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Prepare su casa para el invierno

Ya sea que esté por comprar o vender una casa, debería hacer que se realice una inspección profesional de la vivienda.

En una inspección de la vivienda se revisan los sistemas que componen la edificación, como, por ejemplo, los siguientes:

  • Elementos estructurales, cimientos, armazón, etc.
  • Sistemas de plomería
  • Techos
  • Sistemas de electricidad
  • Estado estético, pintura, revestimiento exterior, etc.

Si está por comprar una casa, tiene que saber exactamente qué está recibiendo. Una inspección realizada por un inspector de viviendas profesional revelará cualquier problema oculto que haya en la casa, para que el problema pueda abordarse ANTES de cerrar el trato. Debería exigir una inspección en el momento de hacer una oferta formal. Asegúrese de que el contrato dependa del resultado satisfactorio de la inspección. Luego, contrate a su propio inspector y preste mucha atención al informe de inspección. Si lo intranquilizan los problemas detectados, debería deshacer el trato.

Del mismo modo, si está por vender una casa, tiene que conocer cualquier problema oculto potencial antes de que la casa se ponga en venta. Prácticamente todos los contratos incluyen la condición de que su validez dependa de la realización de una inspección satisfactoria. Y la mayoría de los compradores insiste en que la inspección sea una inspección profesional de la vivienda, generalmente realizada por un inspector contratado por ellos. Si el inspector del comprador encuentra un problema, esto puede acobardar al comprador y es frecuente que el trato fracase. En el mejor de los casos, los problemas inesperados descubiertos por el inspector del comprador causarán demoras en el cierre y, por lo general, usted tendrá que hacerse cargo del gasto de reparaciones de último momento o aceptar un precio más bajo por su casa.

Es mejor hacer realizar una inspección por cuenta propia antes de poner la casa en venta. Descubra cualquier problema oculto y corríjalo de antemano. De otro modo, puede contar con que el inspector del comprador lo encuentre, en el peor momento posible. El Viejo invierno se está preparando para quedarse por una larga y fría temporada. Antes de que la temperatura baje demasiado, siga estas recomendaciones simples para preparar su vivienda para el invierno y ahorrar dinero en servicios públicos:

En el interior de la casa

  • Haga revisar el sistema del horno para asegurarse de que esté funcionando bien y de que no emita monóxido de carbono.
  • Limpie los filtros permanentes del horno y reemplace los desechables o de papel.
  • Reemplace las baterías de los detectores de humo y monóxido de carbono.
  • Si tiene una estufa o un hogar alimentados a leña, haga limpiar perfectamente la chimenea. Debe limpiarse antes de que la acumulación de hollín alcance un grosor de un cuarto de pulgada (6,35 mm) dentro del cañón de la chimenea.
  • Revise la caldera para ver si hay alguna pérdida y verifique que la regulación de la temperatura sea la correcta (el Departamento de Energía recomienda 120 grados -- 49 grados Celsius). En el caso de calderas más antiguas con menor aislamiento, por cada 10 grados Fahrenheit (5,6 grados Celsius) que reduzca la temperatura, ahorrará 6% de la energía utilizada para calentar el agua.
  • Revise el desván para ver si es necesario agregar aislamiento o reemplazarlo. Ésta es el área más significativa de pérdida de calor en muchas casas, por lo cual es importante verificar que tenga una ventilación apropiada. Una ventilación inadecuada podría causar un deterioro prematuro de los materiales de aislamiento. También es posible que sea necesario revisar el aislamiento de los muros exteriores, de los espacios entre el suelo y el piso del primer nivel, y a lo largo de los muros de los cimientos.
  • Revise todas las puertas y ventanas para ver si hay filtraciones de aire. Instale contraventanas y masille, tape las grietas o coloque burletes, según sea necesario.
  • Revise el sótano y las bodegas, y selle cualquier grieta o filtración que haya en las paredes o el piso.
  • Asegúrese también de que todos los respiraderos estén limpios y funcionen bien. 
  • Limpie y aspire la suciedad de calefactores de zócalo y conductos y orificios de calefacción.
  • Retire o prepare para el invierno las unidades de aire acondicionado.

En el exterior de la casa

  • Guarde o cubra los juguetes y muebles de exterior y la parrilla.
  • Compre sal de piedra para derretir la nieve y una pala o un soplador de nieve, si todavía no los tiene. Asegúrese de tener a mano el tipo adecuado de gas y aceite para el soplador de nieve en caso de que se produzca una tormenta de nieve inesperada.
  • Tape las juntas y grietas menores en los muros exteriores y sus revestimientos.
  • Revise los acabados para ver si se están deteriorando. Los problemas menores pueden arreglarse para preservar la madera. Ponga en el calendario los trabajos más grandes, como decapar y dar nuevo acabado a superficies pintadas o manchadas, para la primavera o principios del verano.
  • Drene y cierre los sistemas de rociadura automática y otros conductos de agua en el exterior para evitar el congelamiento y la rotura de cañerías. Deje todos los grifos apenas abiertos.
  • Aísle las llaves de agua y las cañerías del exterior que estén expuestas a riesgo de congelamiento, pero que no puedan drenarse ni cerrarse.
  • Rastrille y use como abono las hojas y los desechos de jardín, o póngalos fuera para su recolección como residuos de exterior.
  • Limpie los desagües de tormenta, las canaletas y otras cañerías de drenaje.
  • Revise los cimientos para verificar que el drenaje sea adecuado. Para eso, riegue el exterior con una manguera para ver si el agua se aleja de la casa. Es posible que trabajando un poco con una pala para dar la inclinación adecuada a la tierra contigua a la casa, el agua comience a correr en sentido contrario a los cimientos.
  • Asegúrese de que no haya suciedad ni pilas de madera en contacto con el revestimiento exterior de los muros, lo que podría inducir a termitas y hormigas carpinteras a entrar en la casa.
  • Selle las grietas de los caminos de entrada a la casa y de los caminos de jardín, si fuese necesario, antes de que el suelo comience a congelarse con regularidad.
  • Inspeccione el techo para ver si hay piezas sueltas, dañadas o faltantes.
  • Revise los orificios de los respiraderos del desván para ver si hay nidos u otras cosas que los bloqueen.